We can look at today’s readings in two ways. On the one hand, we can be intimidated by the warnings. Jesus talks of people who have died tragically and unexpectedly. Twice he warns, “But I tell you, if you do not repent, you will all perish as they did!” (Luke 13:3, 5). Saint Paul warns the Corinthians that many Israelites disobeyed God and were struck down, an example for future generations. On the other hand, we also hear of God’s mercy. God hears the Israelites’ suffering and rescues them, leading them to the promise land. Should we be worried or consoled? The two aspects come together in the parable Jesus tells in today’s Gospel. The owner of the orchard threatens to cut down a barren fig tree because it hadn’t borne fruit for three years. But the gardener pleads for mercy, promising to care for it and feed it for another year. He makes a deal: if it doesn’t bear fruit after another year, it can be cut down. The warning was not empty, but the promise takes precedence. Despite continually failing to bear fruit, the fig tree gets a final chance.
How can you bear fruit, given another chance?
Podemos ver las lecturas de hoy de dos maneras. Por un lado, podemos ser intimidados por las advertencias. Jesús habla de personas que han muerto trágicamente e inesperadamente. Dos veces, él advierte: “Si ustedes no se arrepienten, perecerán de manera semejante.” (Lucas 13:3, 5). San Pablo advierte a los corintios que muchos israelitas desobedecieron a Dios y fueron derribados, un ejemplo para las generaciones futuras. Por otro lado, también escuchamos de la misericordia de Dios. Dios escucha el sufrimiento de los israelitas y los rescata, conduciendo a la tierra prometida. ¿Deberíamos estar preocupados o consolados? Los dos aspectos se unen en la parábola que Jesús cuenta en el Evangelio de hoy. El dueño del huerto amenaza con cortar una higuera estéril porque no había dado fruto en tres años. Pero el jardinero aboga por la misericordia, prometiendo cuidarla y alimentarla por un año más. Él hace este trato: si no da fruto después de otro año, puede ser cortado. La advertencia no estaba vacía, pero la promesa tiene prioridad. A pesar de no seguir dando fruto, la higuera tiene una última oportunidad.
¿Cómo puedes dar fruto, al tener otra oportunidad?
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