St. Francis of Assisi Weekly Reflections

LOVE does no evil to the NEIGHBOR

09-10-2017Weekly ReflectionWe Celebrate Worship Resource, Vol. 42, No. 2
God watches over Israel by sending Ezekiel to warn the wicked when they turn away from God. This appointment is for the good of the entire community. Throughout the Bible, God raised up prophets to call the community to lives of justice and mercy and to turn away from selfishness and sin. Prophets have always focused on the needs of the poor, the weak, and the uncared for. Their spiritual descendants in our lifetime would include

Dr. Martin Luther King, Jr. and Jim Wallis confronting racism, Dorothy Day and Pope Francis addressing our indifference to the poor. In the Gospel, Jesus addresses his disciples about their responsibility to correct each other. We find a process of brotherly and sisterly correction outlined here. One of the spiritual works of mercy, “admonishing the sinner,” flows from this text. What might sound like giving up in the face of another's refusal to reform by “treat[ing] [that person] as you would a Gentile or a tax collector,” is not abandonment (Matthew 18:17). Remember, Jesus himself ate with sinners and tax collectors. Saint Paul sums it up succinctly: “Love does no evil to the neighbor” (Romans 13:10).

Has God ever worked through you to help heal a broken relationship? How?

El AMOR no hace mal al PROJIMO

Dios vigila a Israel enviando a Ezequiel para advertir a los impíos cuando se apartan de Dios. Esta cita es para el bien de toda la comunidad. A través de la Biblia, Dios levantó profetas para llamar a la comunidad a la vida de justicia y misericordia y para apartarse del egoísmo y del pecado. Los profetas siempre se han centrado en las necesidades de los pobres, los débiles y los indiferentes. Sus descendientes espirituales en nuestra vida incluirían el Dr. Martin Luther King, Jr. y Jim Wallis enfrentando el racismo, Dorothy Day y el Papa Francis dirigiéndose a nuestra indiferencia hacia los pobres. En el Evangelio, Jesús se dirige a sus discípulos sobre su responsabilidad de corregirse. Aquí encontramos un proceso de corrección fraternal y hermana. Una de las obras espirituales de misericordia, “amonestando al pecador”, fluye de este texto. Lo que podría parecer renunciar ante la negativa de otro a reformarse "tratando [a esa persona] como lo haría con un gentil o un recaudador de impuestos", no es abandono (Mateo 18:17). Recuerde, Jesús mismo comió con los pecadores y recaudadores de impuestos. San Pablo lo resume sucintamente: “El amor no hace mal al prójimo” (Romanos 13:10).

¿Alguna vez Dios ha trabajado a través de ti para ayudar a sanar una relación rota? ¿Cómo?

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